Plataforma Nacional de Transparencia

Comunicados de Prensa

No. 002/2016

México D.F. a 06 de enero de 2016

LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN DA LA BIENVENIDA A LOS MINISTROS NORMA LUCÍA PIÑA HERNÁNDEZ Y JAVIER LAYNEZ POTISEK

• Hoy como nunca, el papel del Máximo Tribunal del Poder Judicial se torna preponderante en un Estado de derecho que se construye día a día, regido bajo el principio de división de poderes; toca al Poder Judicial y en especial a la Suprema Corte de Justicia ser el punto de equilibrio, señaló la Ministra Margarita Luna Ramos.

• La capacidad no es una cuestión de género, sin embargo, también estoy convencida que en una democracia las mujeres debemos participar en la construcción del país que queremos: elegir nuestro destino, actuar y pensar no solo, o no únicamente, en función del bienestar familiar, sino en nosotras mismas, sostuvo la Ministra Norma Lucía Piña.

• La Suprema Corte de Justicia tiene una responsabilidad mayor, pues le corresponde, al defender la supremacía constitucional, garantizar la separación de poderes, el respeto irrestricto de los derechos humanos y la convivencia armónica de la comunidad, afirmó el Ministro Javier Laynez Potisek.



La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio la bienvenida a los Ministros Norma Lucía Piña Hernández y Javier Laynez Potisek, en sesión solemne de Plenos en la que el Ministro Luis María Aguilar Morales, Presidente de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), les impuso a ambos la toga magisterial y les entregó la credencial y el distintivo correspondientes.

Ante los Plenos de la SCJN, del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TEPJF), así como de familiares e invitados, la Ministra Margarita Beatriz Luna Ramos dio el mensaje de bienvenida a los nuevos Ministros, a quienes se refirió como “dos juristas de sólido prestigio y reconocida trayectoria”, destacando su experiencia, lealtad e institucionalidad.

Recordó que México vive hoy profundas transformaciones, con la aparición de nuevas instituciones en el escenario nacional y un nuestro sistema jurídico que evoluciona para estar acorde a los cambios políticos, económicos y sociales.

La Ministra Luna Ramos aseveró que el aterrizaje de las reformas constitucionales y su eficaz aplicación, requiere de conjunción de esfuerzos, de apertura en la decisión en la que se privilegie la evolución del derecho sin desechar los criterios que el Constituyente conserva inmutables, así como de propuestas serias y responsables.

“Hoy como nunca, el papel del Máximo Tribunal del Poder Judicial se torna preponderante en un Estado de derecho que se construye día a día, regido bajo el principio de división de poderes; toca al Poder Judicial y en especial a la Suprema Corte de Justicia ser el punto de equilibrio, un Poder Judicial llamado a asumir con profundo compromiso los valores y principios que en una democracia orientan la labor jurisdiccional”, enfatizó.

Tras detallar las trayectorias personales y profesionales de los dos nuevos integrantes del Alto Tribunal, la Ministra Luna Ramos dijo que ambos “aportarán su conocimiento, inteligencia y experiencia, su esmero, diligencia e ilusión en la construcción de una Suprema Corte de Justicia de la Nación fuerte, sólida, eficiente, confiable y predecible”.

En su mensaje, la Ministra Piña Hernández, reconoció el compromiso de cada uno de los integrantes del Pleno para hacer efectiva la justicia en el país, a través de las decisiones que emiten cotidianamente en el Alto Tribunal, y dijo que asume el honor de formar parte de la Suprema Corte como la responsabilidad de contribuir al logro de ese compromiso.

“Estoy convencida que la capacidad no es una cuestión de género, sin embargo, también estoy convencida que en una democracia las mujeres debemos participar en la construcción del país que queremos: elegir nuestro destino, actuar y pensar no solo, o no únicamente, en función del bienestar familiar, sino en nosotras mismas, es decir, asumirnos no como medio sino como fin”, destacó.

Señaló que el pertenecer al Poder Judicial Federal desde hace 27 años le ha permitido ejercer el oficio de juzgadora constitucional, que tiene como base la independencia y la imparcialidad, por lo que no comparte etiquetas ni estereotipos, ni pretende obtener alguna de ellas.

Agregó que su postura como Ministra la manifestó en el Senado y coincide con las palabras de Aharon Barak, ––reconocido juez del Tribunal Constitucional Israelí–– quien expresó que el acto de juzgar no es meramente un trabajo; es una forma de vida, que no lleva implícito la publicidad, sino el buscar la verdad y la justicia, e impartir justicia sin atender a los caprichos de los grupos de poder o de interés.

“No es pasión, es razón. Es buscar la solución a los conflictos en los valores y principios que consagra nuestra Constitución, sin atender a los caprichos temporales de una época: Ésa es mi visión. Y en función de esa visión, es como yo asumo mi responsabilidad como Ministra de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación”, expresó.

El Ministro Laynez Potisek manifestó que entiende muy bien el peso de la responsabilidad que asume hoy, y se comprometió a realizar todo su esfuerzo para estar a la altura de la misma, “con trabajo diligente, esforzado y de excelencia”, además de transparencia, disposición y apertura al escrutinio público, que, aseguró, son rasgos esenciales del carácter del juez constitucional.

“Yo sé que la sociedad mexicana está ávida de instituciones sólidas, y si bien la consolidación del Estado de Derecho es responsabilidad de los tres Poderes de la Unión, la Suprema Corte de Justicia tiene una responsabilidad mayor, pues le corresponde, al defender la supremacía constitucional, garantizar la separación de poderes, el respeto irrestricto de los derechos humanos y la convivencia armónica de la comunidad”, expresó.

Consideró que en el ejercicio de esta responsabilidad, el juez constitucional debe producir el cambio con estabilidad, mantener la coherencia del sistema jurídico, tomar en cuenta las limitaciones institucionales y proteger la democracia, reconociendo el poder de la mayoría, al mismo tiempo que conoce y pone los límites a poder.

Sostuvo que la legitimidad del Poder Judicial no se presume con la sola investidura judicial, sino que está centrada en la aceptación de sus decisiones, de su imagen y de su conducta por parte de la ciudadanía; en la transparencia y publicidad de su actuación y en la calidad argumentativa de sus resoluciones frente a temas que suscitan el debate en la opinión pública.

El Ministro Laynez Potisek sostuvo que México vive hoy una auténtica revolución en el orden jurídico, como resultado de la reforma que en 1995 transformó al Poder Judicial y a la que se sumaron las de amparo y derechos humanos en 2011, las cuales “modificaron de forma absoluta el paradigma de la actuación y control de los órganos del Estado mexicano”.

Las reformas, y los nuevos medios de control constitucional, destacó, convierten a la Suprema Corte en el garante directo, o el órgano orientador, a través de jurisprudencia, de la obligación de todas las autoridades del país de promover, respetar, proteger y garantizar los Derechos Humanos.

“De verdad, hay que decirlo con aplomo, con realismo y –sobre todo- con optimismo, estamos en medio de una de la grandes transformaciones jurídicas del país, y por ello no tomo -ni por un segundo- a la ligera el privilegio de integrarme a la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, expuso el Ministro.

Señaló que asume el cargo de Ministro con el compromiso de conducirse siempre dentro de la legalidad y con integridad: “Y con legalidad e integridad pienso desempeñar mi cargo, y servir a mi país como Ministro, como ciudadano, como ser humano, como mexicano que ama a su patria”, puntualizó.

Al término de la sesión, el Pleno aprobó que la Ministra Norma Lucía Piña Hernández sea adscrita a la Primera Sala y el Ministro Javier Laynez Potisek a la Segunda.


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